Scaphandre
lunes, 10 de agosto de 2009
Vivimos en una cárcel mental eterna, donde las paredes son nuestras propias limitaciones auto-establecidas, y no se necesita mas de una llave que de un pestañeo para lograr darse a fuga. No te compadezcas, no hay nada mas penoso.
Publicado porRob en 21:42
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